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  • Aven

Redes sociales: reconfiguración de la personalidad.

Inserto en el debate habitual de este foro sobre los hábitos digitales y la extensión improbable de los mismos, aquí el cronista propende a la sospecha poética sin punto y aparte, dentro de una caída definitiva.


Texto e imágenes por Aven


¿Esquizofrenia o imbecilidad?


La manipulación como fundamento constitutivo. La exposición, el ocultamiento, en la formación del sujeto. La  adaptación o la marginación. Hay una salida, una solución. En otra versión de uno. La degradación y su invisibilidad. Lo que yace oculto, lo obsceno. Se agrupan conceptos en detrimento de lo real. Lo real como negación.

El peor temor, yacer oculto. Lo oculto como desecho, como remanente de lo visible. Lo visible como un nuevo despertar. El otro, uno, su imagen, la semejanza.

Conformidad virtual o exilio, invisibilidad absoluta o reconfiguración, nuevo enfoque. Personalidad adaptable, estratégica, quebrantable.

Multiplicidad de escenarios e imágenes en semejanza. En paralelo, una guerra dinámica por dominar la estructura.




Los valores en función de una lógica de mercado. Beneficios, por todas partes: facilidades. El acceso como retroceso. La experiencia como valor de mercado. El sujeto como herramienta, como nulidad. El oseo como hiperactividad. El insomnio y su potencial consumista.

La multiplicación democrática, el sujeto universal, unificado, como verdad accesible, en un código. El cálculo. La ética de laboratorio. Los usos y abusos del lenguaje en las plataformas. La diferenciación, la unificación, la pertenencia. El repudio, la idolatría, en aumento. El algoritmo de la estética, el deseo cifrado. La eficacia, la eficiencia, configurada en un rostro. Encuentros frustrados por errores de cálculo. Otros son los que se encuentran, aseguran, y se repelen.

¡Desconfía de la intuición, de lo perceptivo!

El cuerpo como contrato. Como capital fluctuante. Lo mágico como efecto colateral, como distracción.



La vigilancia como atractivo. Lo atractivo como imposición de uso. La soledad como enfermedad. Sanciones por aislamiento. ¡No hay revelaciones! La moral dura segundos. Los rencores, milésimas de segundo. El amor no dura. Todo es mudable. Lo inquietante es desplazadoo por lo seguro. Ya no hay satisfacción. Afligidos, nos castigamos a nosotros mismos.

¡Quiero ser deseable!  Otra plegaria: ¡Exijo singularidad!

Ubicación, denle ubicación. ¡Que sea visible en la trama! O entrará en pánico. Dice que sufre claustrofobia, yo creo que son escalofríos de abstinencia por un porcentaje.

¡Mi batería murió! Estoy alarmado. La des-conexión deshumanizadora. Terror al chimpancé. Gritos histéricos. Retorno a las funciones vitales descontroladas. ¡Denle algo digital antes de que muera de estúpido! Le acercan una aplicación. Ahora hace contacto con el sistema solar. Los ojos se inyectan de adrenalina.


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